Siente cada respiro, cada latido, cada movimiento y cada chillido. Siente como la música te envuelve, como consigue desplazarte a otro mundo y te hace sentir bien, te hace sentir vivo.
Poco a poco esa sensación recorre tu cuerpo hasta llegar a un punto en el que te sientes feliz, libre, no tienes nada más en la cabeza, sólo sientes la música.
Bailas, ríes, lloras, saltas, chillas, cantas, alzas tus brazos e imitas los movimientos de los demás.
Te das cuenta de que todas las personas que están a tu alrededor están sintiendo lo mismo que tú. Te sientes parte de ello, parte de algo increíble, de un sentimiento que sólo la música puede conseguir.
Cuando estas solo, es la que te ayuda, en cada momento, la que necesitas cuando estas mal o estas bien, para animarte, motivarte cuando vas a salir de fiesta o simplemente entretenerte y llevarte a otro planeta o dónde no existe nada más que tú y ella, la música.
Siéntela, vívela, disfrútala y compártela, porque la música da vida, ella es vida.
